¿Cómo afecta el sedentarismo al cerebro?

Nuestra vida moderna y tecnológica nos ofrece todo y más, para que después de estar todo el día frente al ordenador en nuestro trabajo, no nos movamos del sofá cuando llegamos a casa. Una cascada de comodidades que nos ahorran todo el tiempo y esfuerzo que necesitamos para recuperarnos de los efectos del ritmo de vida. Pero cuidado, esto es una trampa para nuestra buena salud: el sedentarismo afecta el cerebro negativamente, según una reciente investigación.
Investigadores de la Universidad de Wayne (EE.UU), han concluido que el estilo de vida sedentario altera el funcionamiento de un grupo importante de neuronas, lo que no sólo afecta al cerebro, sino también al corazón.

Los experimentos llevados a cabo en este sentido con ratas de laboratorio, y extrapolables a los humanos, no hacen más que confirmar lo que buena parte de la comunidad médica sostiene en los últimos años acerca del sedentarismo como un mal peligroso de nuestro tiempo.

Los expertos resaltan que para contrarrestar los efectos nocivos del sedentarismo contamos con dos buenas noticias. Por una parte se ha desmentido la creencia de que las células cerebrales no pueden regenerarse, y por otra, los estudios han confirmado que el ejercicio físico y mental mantienen en forma al cerebro, lo que facilita la formación de nuevas células, a la vez que reduce procesos como la demencia.
Los investigadores de Wayne estudiaron una zona del cerebro de las ratas que afecta a procesos centrales como la actividad de los vasos sanguíneos y la presión arterial, entre otros. Pero esta indagación cerebral se produjo luego de que observaran durante tres meses el comportamiento de un grupo de roedores a los que facilitaron el ejercicio, y otros a los que se lo impidieron.

Al observar las neuronas de las ratas trascurrido este tiempo, los expertos observaron que las que habían estado en movimiento mediante una rueda introducida en la jaula, mostraban un funcionamiento neuronal activo y sin alteraciones.

Mientras tanto, en aquellas ratas que sólo se dedicaron a comer y descansar, habían aparecido ramificaciones entre las neuronas, lo que los científicos interpretaron como ciertos bloqueos de las mismas.
Si extrapolamos los resultados de este segundo grupo de ratas a los humanos –puesto que los cerebros son prácticamente similares– esto se traduce en adicción a la televisión, sentarnos a mirar el techo durante un tiempo indefinido, centrarnos sólo en la agenda de las obligaciones, dedicar el tiempo libre al ordenador y sin deporte, entre otros hábitos de este estilo.

Pero vamos a lo que a los sedentarios no les gustará leer. Aquellas aparentemente inocentes ramificaciones son las responsables de un sistema nervioso hiperactivo, tensión arterial y afecciones cardíacas.

Ahora que sabes que en el sofá solo te perjudicas silenciosamente a ti mismo, ¿vas a empezar a moverte un poco, o no lo consideras lo suficientemente importante? Vamos, hay un montón de cosas para hacer.

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